jueves, 22 de julio de 2010

Por el medio de la calle 2010

Por el medio de la calle

Este evento implica muchas cosas. Implica que el metro en dirección Palo Verde estará congestionado, que muchos ciudadanos pasarán mucho tiempo en colas mientras otros infortunados residentes de Chacao hacen un esfuerzo sobrehumano por contemplar con beneplácito y una sonrisa en el rostro una edición más de tan esperado evento. Total es por la cultura y es una sola vez al año. También implica que todo espíritu joven amante de la música y el performance callejero que habite nuestro valle, y sus adyacencias, se dará cita en este evento para ver y dejarse ver.

Porque más allá de la intención de la alcaldía y un puñado de patrocinantes de hacer de esta ciudad un lugar un poco más humano, de los esfuerzos de la policía municipal por hacernos sentir un poco seguros y de la amable gente de Chacao que padece con gusto los avatares de cerrar sus calles durante una noche al año para demostrar que sí se puede tener una "Caracas bonita"; más allá de todo esto Por el Medio de la Calle tiene ese gusto a laca y oropeles de los concursos de belleza que nos recuerdan por qué de antaño este municipio era mejor conocido como "Irenelandia".

Porque asistir a este evento implica que vas a escoger con atención lo que vistas, debe ser cómodo pero a la vez representar tú sentir. Una pasarela donde cada tribu urbana reclama su lugar y proclama: "estamos aquí". Y veremos desfilar a la más heterogénea fauna caraqueña entre la multitud. Ropa negra, accesorios chillones, pelos parados, botas militares, patines y hasta tacones. Y en esta magna reunión de individuos ávidos de manifestaciones de la cultura urbana encontraremos a mi amigo el artista disfrutando del teatro de títeres gigantes, a mi otro amigo el roller que vive fuera de Caracas pero hizo el viaje para tripearse las rampas de Pro-ensamble, a mis amigos diseñadores enloquecidos tomando fotos, a mis compinches de la universidad coreando "Prisionero" bajo el obelisco de la Plaza Francia, a mis colegas Dj's que tengo meses sin ver recuperando fuerzas en Mc Donald's y a otros abasteciéndose para la noche que se augura divertida en el Prolicor. Pues la magia de Por el Medio de la Calle es el poder de reunión, porque siempre vas a encontrar a alguien y surgirá un buen plan. A pesar del gentío siempre encuentras una cara conocida, algún amigo o vecino que tenías tiempo sin ver, ex-parejas, ex-compañeros de trabajo, incluso familia y es la diversidad de los eventos que se presentan lo que logra reunir a tanta gente conocida y por conocer, con intereses y ocupaciones diversas en un ambiente jovial y relajado de convivencia ciudadana en una ciudad de muros altos y enrejados. Definitivamente el 26 de julio fue un día para demostrar que podemos vivir la ciudad que queremos, y también fue como vivir dentro de Facebook por algunas horas.


Greta García

Armando Scannone

Crónicas culinarias

Almorzando con Armando Scannone

Cuando yo era adolescente, vivíamos en una casa en la Esq. de Las Piedras, al lado de la familia Scannone. El padre de Armando era del mismo pueblo de mi papá. Los dos inmigrantes italianos, venidos de un pueblo, Moliterno, del sur de Italia, un pueblito en la cima de unas montañas, donde no llega ni siquiera el tren.
Al pasar de los años, cuando estudié psicología, hice mi tesis de grado sobre Tiempo Libre y luego escribía en una revista sobre tiempo libre. Un día entrevisté a Armando Scannone, porque me llamaba la atención que siendo Ingeniero Civil, tuviera esa pasión por la gastronomía. Escribió un libro Mi cocina, a la manera de Caracas, de un éxito extraordinario y numerosas ediciones.
Me invitó a almorzar y estuvimos conversando sobre el tema.
Lo primero que me dijo -Yo, realmente no dispongo de tiempo libre. El escribir los artículos de Cocina me ocasiona responsabilidad. Hay que formular recetas, investigar, probar.
Saboreando una deliciosa sopa de rabo escucho atentamente:
- En todas mis investigaciones me he dado cuenta de que de todas las cocinas del Caribe, resalta como la mejor la gastronomía venezolana, siendo de raíces comunes.-
- ¿Más majarete? -
Si un poco más, está exquisito.

-Yo no sé como surgió en mi esta inquietud por la cocina, en mi casa había buena sazón….El momento de la comida era muy importante. Yo realmente disfruté de una cocina extraordinaria a través de las manos de mi mamá….tenía una sazón especial. Cuando ella enfermó empecé a tomar apuntes y a recoger recetas. Era como atrapar la tradición, lo veo ahora..era como mantener una identidad, conservar lo propio.-

Los buñuelos de yuca están deliciosos !

-Yo al principio no quería vender el libro, yo deseaba regalarlo, compartirlo. Pero la reacción fue extraordinaria .Parece que el venezolano había perdido su comida típica Esta es la comida como fuente de tradición, de recuerdos, de sabores, la torta de jojoto es nuestra identidad.
Este tipo de comida no sólo gusta, satisface, es un poco difícil de explicar, ….es como si la hubieras conocido desde siempre -

Paladeo un refinado manjar de parchita.
Yo no creo en la comida como un placer de gula, no como al placer en el sentido hedonístico. Mira yo disfruto de la comida, la saboreo, la paladeo, pero me regocija también el comer con ustedes, el conversar, el disfrutar de la sobremesa.

Energía vital que impulsa a un ocio fecundo, productivo, tradicional. Cocina como artesanía, en un ambiente cálido, entre obras de arte para compartir, para degustar jugo de limón con papelón, entre flores, jalea de mango, bollos pelones. Entre recuerdos de mamá. Es la búsqueda de la identidad de lo universal que hay en nosotros.

Deanna Albano

A mi encuentro

Huellas de mi memoria. Camino fraguado en el tiempo.
Entre venir e ir de la vida cotidiana.
Una historia repetida en familia una y otra vez.
Y una de estas es la de los granos servidos en la mesa.
Uno de los más viejos la lenteja. Mi mamá contaba que en la Biblia Esaú cambió su primogenitura por una plato de lenteja. ¡Ese señor si tenía hambre!
Cuando veo un plato rebosado de lentejas recuerdo a Esaú y me lo como todo.

Mamá nos llevaba al mercado del Valle que estaba cerca del cementerio por la bajada de la Iglesia, ella le decía a mis hermanas, cuando compren caraotas, acuérdense que tienen que ser las de Chacao, porque son las más blandas del mercado.
Para mí las caraotas deben ser cocinadas con azúcar y no de echarle el azúcar por encima como hacía mucha gente. Mis amiguitos las comían saladas.


Cuando mi mamá nos ponía un plato yo me lo comía todo por recuerdo del profeta
Mis hermanas y mi mamá nos llevaban al mercado.

Y yo empecé a preguntarme como buen filósofo, por qué en mi casa se comían las caraotas dulces.
Encontré una historia de las que se esconden detrás de las paredes que se hablan en voz baja. Se decía que mi bisabuela Manuela se había divorciado de su esposo de apellido Mendoza y ella era muy joven cuando se casó. El divorcio le trajo como consecuencia que tuvo que salir de Caracas y asilarse en casa de familiares en Río Caribe. En ese lugar los habitantes tenían la costumbre de comer las caraotas dulces, así como la carne molida, como lo hacen los trinitarios y ellos a su vez como influencia de la cultura hindú.

Mi abuela aprendió esa forma de cocinar y las costumbres de comer los granos dulces se introdujo en la mesa de la familia hasta el sol de hoy.

Gustavo Misle

jueves, 15 de julio de 2010

On the rock's, please. Crónica de Marla Rojas

Alrededor de las 7:00 pm se congregaba la gente para ver y oír un concierto memorable. La Orquesta Sinfónica Juvenil de Chacao dirigida por la batuta del maestro Eduardo Marturet se presentaría a partir de esa hora en pleno punto central del municipio Chacao. Justo antes del Obelisco, en la Plaza Altamira.

Al llegar al lugar observé que la mayoría de la gente se posicionó del lado derecho de la plaza, quien sabe si desde allí se veía mejor la pantalla que estaba a los lados de la tarima la cual sostenía organizadamente los puestos para una orquesta de jóvenes talentos.

Al micrófono Ramón Pasquier y Albany Lozada daban el toque Glam para un evento cuyo patrocinante correspondía al sector de licores que si mal no recuerdo abría una campaña para el producto Jhonny Walker, Black Label.

“Treinta años de carrera…ha dirigido más de 500 orquestas con más de 1.000 conciertos en todo el mundo…con ustedes…Eduardo Marturet” decía Pasquier.

El repertorio que incluía temas universales, latinos y nacionales transcurría en medio de las vuvucelas criollas o mejor dicho entre sirenas de ambulancias, estruendosas cornetas de carritos y algún grito de uno que otro loco ocasional.

Era realmente esplendoroso y sublime oír tanto las intervenciones de Marturet como las piezas que la orquesta, dirigida por él, tocaban en medio de aquella urbe. Es el caso de la obertura 1812 de Tchaikovsky, en la que se me reveló un momento glorioso. Logré identificar que parte de esa composición con la que dicho músico celebraba la derrota de Napoleón pertenecía a una secuencia de la película V de Vendetta o para más señas V de Venganza. En la secuencia cinematográfica, la figura principal llamada V explota un símbolo gubernamental erigido en un edificio de Londres pero al mismo tiempo hace sonar, a través de las miles de cornetas repartidas en la localidad inglesa, el pasaje de la obertura rusa lo cual fue un instante magnánimo para mí porque la intensidad de las notas evocaba hasta el ambiente urbano de la imagen que tenía en mente, me sentí dentro del filme, fue extremadamente emocionante.
“Chamos, cuando sea grande quiero ser como ustedes” decía Marturet en una de las pausas del concierto refiriéndose al logro de los ensayos con la joven orquesta.

Eso sí, cuando comenzaron a tocar los mambos de Pérez Prado la gente mayor empezó a contonearse al ritmo de la percusión lo que rompió con el estoicismo del beat clásico donde se dejaban colar los “qué bello”.

De pronto, iracundo y con un peli amarillo teñido un hombre de mediana edad muy desorbitado pasó a nuestro lado gritando “si ustedes hacen un curso de esa vaina también tocan así”, repetir sus groserías sería irrumpir en la experiencia Marturet, pero el loco me dejó pensando, en el fondo tenía razón.

Marla Rojas

Ríete de Kafka, una nueva crónica de Deanna Albano

LA 1404


Se me ocurrió solicitar mi pensión del Seguro Social. No había tenido interés en solicitarla antes, porque pensaba que yo no la necesitaba tanto.
Hice las primeras diligencias yendo a Parque Central y cuando entregué los recaudos, no me dieron ningún comprobante porque ese día no había línea. Que volviera en una semana. A los quince días me informan que salió la pensión. Pensé “qué eficiencia” y yo que tenía otra imagen.
Tuve que ir ocho veces para que me informaran. A la novena vez me informan que la pensión salió por vía de Gracia. Mi extrañeza continua y eso???? Si yo no había hecho ningún trámite.
Recorrí todos los pisos de la Esq. Altagracia, pero nadie tenía la información exacta.
Me mandaban del timbo al tambo entre Parque Central, la Torre Norte del Silencio, y remato en la Esquina de Altagracia.
Finalmente descubro que me fue otorgada la pensión en Octubre 2005. Qué raro, si yo la solicité en el 2006.
Subo escaleras, bajo escalones, finalmente me informan que otra persona está cobrando por mí con una cédula falsa, una partida de nacimiento falsa y la constancia de trabajo adulterada.
La otra señora estaba cobrando mi pensión en el Banco Venezuela.
Hay que hacer la denuncia en PTJ, en el Paraíso. Me toca recorrer la ciudad para hacer la denuncia.
Llevo la copia de la denuncia a Parque Central. Empiezo a ir cada quince días y me informan que van a desbloquear la cuenta y me van a hacer el oficio para yo poder cobrar. Descubro que la clave está en el Piso 7 de la Torre Norte, en el Silencio. Sin embargo, cada vez que creo que estoy cerca de la solución, cambian el jefe. Esto sucedió tres o cuatro veces.
A cada uno le entrego copia de todos los papeles. Cada vez que cambia un jefe, hay que esperar que tomen posesión del cargo.
En una de esas idas, me atiende una joven muy amable, Mary y me notifica que como NUNCA presenté mis papeles, tenía que llevar los originales esa misma tarde.
Cuando regreso en la tarde NINGUNO de los funcionarios quiso atenderme ni recibir mis papeles. Les digo que me voy a quedar hasta que alguien me reciba. Cuando son cerca de las 400 pm se me acerca una vigilante y susurra “ aquí es muy peligroso de noche, no se queda nadie”.
En verdad pudo más el miedo y no tuve otro recurso que irme.
Durante otros cinco meses volví y cada vez me pedían una tal planilla 1404, que yo no tenía porque se la habían dado a la otra. Ya el caso era conocido en todo el seguro. Era el caso de la morena la otra, y la catira que soy yo, como Mary le informaba pacientemente, a cada nuevo jefe. La morena seguía cobrando, y yo??? …. recorriendo oficinas, enviando cartas al Presidente del Seguro Social, subiendo y bajando escaleras.
Ahora paso las noches soñando con la 1404, 1404, 1404, 1404.

viernes, 18 de junio de 2010

Lila Morillo

Ayer, hoy...siempre

Confesar algo íntimo, que está dentro de mí, es muy difícil,por ser hombre y además a mi edad, pasados 62 años, como es tener un amor escondido. En primer lugar desde niño fui siempre muy cegato, la miopía fue alta, y no podía jugar a la pelota como cualquier muchacho de mi edad. Por el otro lado, por tener trece hermanos, mi padre no podía ver por mí.

Entre mis hermanos, hermanas, los amigos y amigas,la casa siempre estaba llena de gente.No había un minuto de silencio. Cuando llegó la televisión, aumentó el número de niños y niñas, así fue pasando mi vida. Cuando tenía 15 años, viendo la televisión, la vi a ella.Ese día me enamoré profundamente y hasta el sol de hoy sigo fiel enamorado de ella.

Vivía en El Paraíso, cerca de la parroquia de San Juan, empecé a tener amigos que iban a la escuela, mi maestra Yolanda nos llevaba a las reuniones y a las fiestas de la casa Cantaclaro, donde funcionaba el partido comunista. Viendo y leyendo los discursos, terminé como un militante más de esas ideas, leía mucho filosofía marxista. Los más pequeños de mi familia discutían conmigo, ellos me compraban revistas de farándula, especialmente Venezuela Gráfica, sobre la farándula criolla, yo la guardaba entre mis libros.
Ellos me decían: "-Para levantar una muchacha no se hace con filosofía, sino con esas publicaciones".

Hoy con mi alma en los ojos, triste y con mucha pena descubrí como esos ideales de sueños se convirtieron en monstruos, aspectos donde lo importante es ser genuflexo, donde el conocimiento es algo subversivo, como dijo un español: "Cuando hablan de cultura, saco mi pistola".

Hoy y siempre busco una estrella.

Ella está en ese lugar donde está ubicado mi amor.
Ella siempre será todas mis emociones, ella es mi amor bien escondido.
Ella es...

La Lila Morillo, cantando el Cocotero.


Gustavo Misle

jueves, 17 de junio de 2010

Jose Ignacio Cabrujas

Tercera sesión. Cabrujas, crónica política

POLÍTICA: Etimológicamente deriva de las voces griegas "polis", "politeia", "politica" y "politiké": la ciudad y el conjunto de ciudadanos que la integran, lo vinculado al gobierno de la ciudad. "Actividad humana de base social tendente a conciliar la diversidad de intereses de una comunidad mediante el ejercicio del poder". Históricamente el concepto de política ha ido cambiando. Los conceptos iniciales de política en la civilización occidental se los debemos a Platón y Aristóteles. El concepto ya implica necesariamente la sujeción a determinadas normas, y el ejercicio del doinio o control, de la vida pública, por parte de unos pocos. El ejercicio del poder se institucionaliza a través de formas de control: las leyes y las instituciones que las decretan y hacen cumplir: las Asambleas legislativas y los juzgados,así como también los organismos de represión: la policía, la cárcel. Pero también desde su inicio el concepto de política se inclinaba hacia "la búsqueda del bienestar común", tal como se plantea en "La política" de Aristóteles. La felicidad consiste en la acomodación de las acciones humanas a la virtud, es decir, a lo que hoy entendemos por ética. En "La República" establece os lineamientos del Estado ideal, que sería aquel capaz de ofrecer la mayor cantidad de bienestar a los ciudadanos. El Estado Moderno busca romper con la hegemonía de la Iglesia y el Emperador que se había establecido en la Edad Media, con el surgimiento y consolidación del Cristianismo. Surge entonces el Estado-Nación. Una figura destacada de esa época es Maquiavelo, que pone en evidencia las implicaciones éticas del ejercicio del poder. A medida que avanza la Modernidad y se consolida la burguesía, se vincula el ejercicio del poder a la propiedad privada y a la libertad contractual, en sociedades cada vez más mercantilistas, materialistas, competitivas. Hobbes establece la famosa sentencia "Homo homini lupus" (El hombre es el lobo del hombre). Locke, algo más optimista, sustenta sus ideas políticas en la necesidad de defender la propiedad para disfrutar de paz y seguridad. Para ello basta sancionar legalmente lo relativo a los derechos de origen contractual. Surge así la sociedad civil coo actor político. El derecho a la propiedad es una esfera autónoma respecto a los poderes públicos. Los ideólogos del republicanismo, que surge a finales del siglo XVIII, con la ILustración colocan or encima de la seguridad (el cumplimiento de las leyes), que debe garantizar el Estado, el concepto de Libertad. El lema de la Revolución Francesa, que sustituye al gobierno monárquico es "LIbertad, igualdad y fraternidad". Del republicanismo deriva el concepto de Democracia (gobierno del pueblo, gobierno de la mayoría: Si ante la ley todos somos iguales, en principio todos deberíamos tener la posibilidad de elegir y ser elegidos para el ejercicio del poder político. Ahora bien, cuando hablamos de crónica política nos referimos no sólo a textos acerca de quienes ejercen el poder, o lo padecen, sino también con lo vinculado a la polis (la ciudad), a la vida pública.

La crónica política

En su texto "La magia de la crónica" Earle Herrera señala lo siguiente acerca de la crónica política: "Es la política una de las fuentes que nutre de mayor cantidad de información a los medios de comunicación. Entendida en su más alto sentido, este tipo de información cumpliría un papel pedagógico, orientador y concientizador de los ciudadanos (política viene de polis: ciudad), en cuanto a los asuntos del Estado, los problemas de la administración y las medidas del gobierno. Sin embargo, por una resposabilidad compartida entre los políticos, medios de comunicación y periodistas, en no pocos casos se cae en la banalización, la superficialidad y lo adjetivo. El chisme, el rumor, el vedettismo toman el lugar de la profundización y la veracidad.
"La crónica política presenta las dos caras de la moneda: el discurrir de los acontecimientos, el debate paramentario, las luchas electorales (nacionales, gremiales, comunitarias), las controversias entre dirigentes y partidos, así como también la parte dramática o risueña de la acción y pasión políticas. El cronista está atento de las lágrimas del candidato cundo ganó la Presidencia, como de la ausencia del adversario que no se acercó a reconocer su derrota; del "quiebre" de voz de un dirigente durante un discurso, como de sus reacciones -irónicas o de enojo- en el trascurso de un debate; de las pugnas internas partidistas como de los cambios de posiciones, "cuadres" y "cuadraturas" más insólitos pero de ninguna manera sorprendentes porque en la política, como en el amor y la guerra, todo es posible...y válido par quien logra su fin u objetivo".
Así pues, en la sesión tres leímos y comentamos dos crónicas de tema político de José Ignacio Cabrujas, tomadas de "El país según Cabrujas", publicadas en El Diario de Caracas en 1992: "Dos gardenias para ti", sobre un sonado caso de corrupción política en la Venezuela del segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez y "El poste", sobre los sisabores de su autor frente a los problemas con el servicio de electricidad en aquel momento. Concluímos, entre otras cosas, que cualquier parecido con los avatares de la Venezuela del siglo XXI, no es casualidad... Sin dejar de comentar de los recursos discursivos y el estilo de su autor, que lo hicieron un cronista destacado y una figura pública relevante.

viernes, 11 de junio de 2010

Inicio Nueva etapa Taller de Crónica

Tres semanas atrás el taller de crónica Chacao inició nuevo ciclo. En esta nueva etapa leeremos crónicas contemporáneas de autores venezolanos y universales tomando como referencia los distintos géneros o temas. En la primera semana leímos algunas crónicas y versos del escritor venezolano Aquiles Nazoa y conversamos sobre la crónica contemporánea, sus aspectos comunes con los textos del Nuevo periodismo estadounidense y sus figuras más destacadas: Truman Capote, Thomas Woolf y Norman Mailer. Así también conversamos brevemente sobre el Nuevo Periodismo Latinoamericano. Recordamos para los nuevos participantes algunas de las características de la crónica: su hibridez discursiva, su dinamismo, su perspectiva crítica, su forma inédita de presentarnos aspectos de la época y ciudad que nos ha tocado en suerte vivir, sus figuras destacadas.

La semana pasada, nuestra segunda semana de taller nos centramos en la lectura y comentario de crónicas cuyo tema principal estaba vinculado a la cultura de masas y los medios de comunicación masiva. Comparamos crónicas de dos destacados cronistas venezolanos contemporáneos: Elisa Lerner y Oscar Yanes. Lerner, en un estilo más reflexivo y de focalización externa, nos describía en su Crónica sobre Margot Antillano, el mundo de la radio en la década del cuarenta del siglo XX, desde sus figuras femeninas más destacadas, entre ellas su predilecta, en los lejanos días de infancia; mientras Yanes, enfocaba este mismo tema a través de la mímesis, mostrándonos esa difusa línea entre la realidad y la ficción que configuraban los actores y las actrices de radionovelas. De igual modo comparamos dos textos centrados en los concursos de belleza. Y conversamos sobre los medios como creadores de un estilo de vida.

lunes, 31 de mayo de 2010

El cumpleaños de Analy

Una vez a la cuaresma voy a la iglesia. Era domingo, para ser precisos, el quinto domingo de Cuaresma, tiempo en el cual la Iglesia Católica se prepara para celebrar lo que ellos denominan la Pascua y lo que nosotros conocemos como la Semana Santa. ¿Pero tenía yo destinado parar en la iglesia?. Más bien era un domingo para deleitarse con una u otra exposición, concierto o café con amigos. Total, con Dios puedo hablar siempre que quiera, sin necesidad de pasar por un aeropuerto celestial.

Tal día, tenía yo previsto asistir a una singular exposición llamada Deva Dásis y sus chicas, del pintor Carlos Medina, en la Casa Rómulo Gallegos, quien en una propuesta arriesgada creó este personaje para vestir y desvestir al arte en sus lienzos plasmando los vaivenes de vidas paganas, pero, señor mío: “Las etairas también son hijas de Dios”, aunque la gente las maltrate y las mire de reojo como si la comisura del mismo fuese una punta de lanza o una flecha envenenada. Cuanta iniquidad, Yavé.

Al acercarme al Celarg, amén de los racionamientos eléctricos en los que vivimos sumergidos, veo la calcomanía de racionamiento la cual indicaba que ese centro abriría más tarde. Un mulato se asoma, luego de yo haber hecho ruido con la puertas y le pregunto ¿a qué hora abren?. A las 2 pm, me contesta. Y yo pensé en las imprecación de rigor, que para más señas podríamos estar hablando de un ocurrente acrónimo: C.D.L.M. Eran las 10 y media de la mañana, para adónde agarro Señor mío. Me dirigí entonces al Centro Cultural Corpbanca puesto que tenía entendido que Oswaldo Vigas; luego de un momento difícil que padeció, pintó varios cuadros para realizar la exposición llamada Mis Curanderas, a propósito de las mujeres que lo ayudaron durante su difícil tránsito. Sin duda, un acto santo. En vano fui hasta allá dado que la exposición del pintor fue suspendida hasta nuevo aviso. No hay luz, no hay pintura, no hay espacio para el divertimento.

En fin, bajé por el Solar del Vino y crucé en la calle donde se encuentra la Iglesia San José de Chacao. Sorpresivamente, para mí, llegué puntual a la misa del mediodía. El padre mencionaba a los muertos y enfermos por los que se oficiaba la ceremonia. Desprendida yo de los actos litúrgicos, me perdía entre las secuencias que estribaban en: cantos, contestaciones o repeticiones de los feligreses y la homilía en si.
“Lectura del Evangelio según San Juan” decía el padre, y narraba el episodio en el que Jesús defiende a María Magdalena. Estando en el templo y desde donde enseñaba sus milenarias palabras, los escribas y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio, y, colocándola en el medio, le preguntan al hijo de Dios que dado que la Ley de Moisés manda a apedrear a las adúlteras, él, qué decía a ello. “Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo” continuaba el Padre. Al sentir la insistencia de los acusadores, Jesús les dijo. “El que esté sin pecado que le tire la primera piedra”. Ante semejante respuesta (cuya vigencia no caduca 21 siglos después; según el calendario cristiano), María Magdalena se quedó a solas con Jesús y éste le preguntó si la habían condenado y ella respondió que no, por lo que Cristo la absolvió y le dijo “tampoco yo te condeno. Anda y en adelante no peques más”.

María Magdalena pasó, de ser, una actual chica de las de Deva Dásis, a una discípula de Jesús al punto que la Iglesia Católica la admitió como Santa. Son las etairas, entonces, hijas de Dios.

El padre, quien tenía un porte y discurso dicharachero y muy coloquial contó hasta un chiste, siguiendo con la misa que parecía no acabar entre reflexiones o regaños a los asistentes. Quién sabe si todos cristianos. Lo que si eran, era humanos. Quizás algunos lo sabían, otros no.

“Y bueno antes de finalizar la misa, vamos a cantar cumpleaños feliz, si cumpleaños feliz a mi comadre”. “A Dios cará pero si se prendió la rumba y yo con ganas de comer torta” (me dije). Vale decir que toda la misa, la recibí detrás de una estructura que algunos habrán visto. La escalera que al finalizar, lo hace bajo un domo cuyo diseño es de finales del siglo XVIII. Por lo que también me restaba visibilidad del altar una columna que quedaba justo al frente a los peldaños. Es por ello que, y, según, se trasladara el padre, podía verlo a él solamente.

Muy bien, cantamos cumpleaños a una persona llamada Analy que acompañada de su familia respondieron a preguntas triviales del padre. Acto seguido, termina la misa, y yo me acerco al altar pero cuando lo descubro pasando la columna, me quedé boquiabierta. Analy resultó ser la esposa del joven cantantautor Reinaldo Alvarez quien estaba allí junto a ella y sus dos hijos (un varón y Angélica), en ropa sport. “!Pero si a mí me han gustado las baladas de Reinaldo Alvarez!, canciones como: En mi segundo intento y No soy el único”. No lo podía creer. Señor mío.

Como ha cambiado el mundo. Aunque la iglesia se porte mal, algunas veces. Aunque no haya luz ni espacio para un acto divino como lo es el arte. Aunque tenga que asistir a misa con inesperados arreglos musicales en presencia de un juglar. Aunque todo eso, yo sigo creyendo en el Todopoderoso. Como cantaba Héctor Lavoe: Todopoderoso /es el señor/ Es el que todo lo sabe/ es el que todo lo ve/ no conoce el egoísmo/ ni actúa de mala fe; pensé, aquel quinto Domingo de Cuaresma.




Marla Melissa Rojas

lunes, 10 de mayo de 2010

Crónicas de Diego Rodríguez Gambasica

Pasión de Oro y Negro

Un pase exitoso, el jugador realiza un movimiento lateral que remite el balón a su compañero de equipo en la retaguardia, éste logra esquivar los avances de los contrarios, que vienen hacia él desde izquierda y derecha, hasta acercarse al centro del campo y logra que su delantero tome la esférica y continúe en posesión de ella hasta lograr estar peligrosamente cerca de la arquería contraria, las pulsaciones se aceleran, cada segundo cuenta, los sentidos se agudizan al máximo, no está permitido equivocarse cuando se está tan cerca de un momento de gloria, todas las miradas se concentran en él, hoy se llama Jonathan Del Valle, ayer pudo haber sido Carlos Maldonado o en tiempos más lejanos Omar Ferrari, hoy su nombre puede estar en boca de todos, ser una figura más en la constelación de estrellas que han adornado con su talento el glorioso nombre del Deportivo Táchira.

Ahora él está allí en el momento de máxima efervescencia, los comentaristas deportivos desde sus cabinas aguantan la respiración, y con ellos se angustia y se emociona todo el pueblo tachirense: los siempre fieles que nunca faltan a un juego, los que logran conseguir entradas de tanto en tanto, los que siguen el partido desde sus casas, en compañía de otros devotos “aurinegros” o solos, y todos los demás desde el interior del Estado y fuera del Táchira. Todos forman un colectivo que siente la pasión futbolística con la misma intensidad con la que se lleva en la sangre el orgullo del gentilicio tachirense, sufren como una herida propia cada derrota y disfrutan a plenitud cada triunfo conseguido. El delantero está frente a la arquería contraria esquivando a las defensas de los rivales, ya no suda, ya no tiene miedo, en ese instante su nombre no es el propio, es uno y todos a la vez, él es el Deportivo Táchira.

Fue un día de enero de 1974 cuando nace el Deportivo San Cristóbal, gracias a la iniciativa de Gaetano Greco, Fantino Capoccioni, Gregorio Gonzales Lovera, Orlando Maldonado y otros hombres amantes del deporte rey. En 1978 el Deportivo San Cristóbal cambiaría su nombre a Deportivo Táchira Fútbol Club alcanzando en 1979 su primer campeonato nacional. El equipo logra conquistar su segunda estrella en 1981 y el sub-campeonato en 1982, detrás del Atlético San Cristóbal.] En 1984 y 1986, llegaría el tercer y cuarto título respectivamente; sin embargo la crisis económica que enfrentaría durante toda la década de los ochenta lo obligaría a fusionarse con el Atlético San Cristóbal, formando el Unión Atlético Táchira (UAT), nombre con el cual se obtendría su cuarta estrella. En los siguientes años se obtuvieron 4 subtítulos, a pesar de esto, el equipo pasó por profundas dificultades económicas que lo llevaron a estar a punto de desaparecer.

Eventualmente, un grupo de empresarios, con el apoyo del entonces gobernador del Estado Táchira y todo el pueblo tachirense, unieron esfuerzos para evitar su desaparición y tomaron la decisión de rebautizar al equipo como Deportivo Táchira Fútbol Club para la temporada 1999-2000, obteniendo ese mismo año el quinto título nacional. Cual ave fénix había renacido de sus cenizas el coloso de negro y oro, con más ímpetu y presencia en el panorama del fútbol nacional venezolano, la pasión seguía intacta, sólo necesitaba un pequeño aliciente para despertar, el apoyo de la multitud más fuerte que nunca, boleterías para los juegos agotadas, una afición siempre fiel y ahora instituida: el equipo aurinegro cuenta con una de las aficiones más numerosas y organizadas de toda Venezuela, que asisten devotamente a cada uno de los encuentros programados.

Sea la Torcida Aurinegra, en la tribuna central popular, o la Avalancha Sur, en la tribuna popular, quienes están con el Deportivo están presentes en cada uno de sus encuentros nacionales e internacionales; el apoyo al equipo se deja sentir en todos los rincones del Polideportivo de Pueblo Nuevo, el templo sagrado del fútbol nacional. No en vano, este estadio fue elegido como escenario de la apertura de la Copa América 2004 y ha sido un testigo silente de la evolución de un equipo, de la fanaticada y de su estructura en sí. Construido en 1974, e inaugurado en 1976, el estadio contaba con una capacidad inicial de 25 mil asientos, que fue ampliada a 42 mil espectadores para la Copa América, siendo[] reinaugurado oficialmente el 20 de junio de 2007 con el encuentro entre la selección de Venezuela y la selección del País Vasco.

La apacible y bucólica ciudad de San Cristóbal se transforma, cual Dr. Jekyll en Mr. Hyde, cada vez que el Deportivo Táchira tiene un juego en casa: los locales comerciales bajan temprano las santamarías, el tráfico que fluye desde todos los puntos cardinales de la ciudad hasta Pueblo Nuevo colapsa por entero las calles y avenidas, los restaurantes, cafés y sportbars se llenan a más no poder y todo el mundo está a la expectativa de lo que está por ocurrir: “es necesario ganar para empezar con pie derecho” afirman unos, “concedámosle el empate” dicen otros en tono benevolente y de falsa modestia. La palabra “derrota” no se posa sobre ninguno de los labios, no existe en el léxico de un aurinegro tal vocablo. Quizás sea por eso que cuando el Deportivo pierde, la derrota deja un sabor amargo difícil de asimilar para todo los tachirenses, y la ciudad entera guarda un luto no decretado.

El Deportivo Táchira siempre gana, posee un record (para un equipo venezolano) de 13 participaciones en la Copa Libertadores de América, jugando invicto hasta cuartos de final en su experiencia de 2004, hasta que una derrota en esta etapa decisiva lo dejó fuera de la carrera por el trofeo. Ha permanecido intocable en la primera división del fútbol venezolano desde su creación, ni siquiera en las horas aciagas de los años 1980’s y 1990’s le restaron brillo a su impecable actuación, el mérito se mantuvo intacto y el apoyo de una fanaticada fiel hicieron posible que surgiera otra vez para el nuevo milenio con la misma gallardía que lo vio nacer en una fría mañana de enero de 1974, cuando el país despertaba a la ilusión de la “Gran Venezuela”, y el Estado Táchira despertó a una pasión de oro y negro tan fuerte, que ninguna circunstancia la ha podido consumir por completo.

Seis son las estrella de campeonatos nacionales que adornan el uniforme de oro y negro del Deportivo Táchira, siete las veces que ha terminado de subcampeón, tres los títulos del Torneo de Apertura del Fútbol Venezolano, dos los títulos del Torneo de Clausura. Y ahora en el éxtasis de un juego, el delantero que porta la camisa del Táchira lleva inscrita con letras de fuego toda la historia de triunfos y gloria, es un signo invisible que corre por sus venas, como un ADN futbolístico que le alimenta a continuar con una tradición sagrada, que debe ser mantenida, ampliada y superada, él lo sabe y está consciente de ello desde la primera vez que entró al terreno de juego como uno más del once aurinegro; la fuerza de una saga heroica está con él, a pesar de la algarabía de las tribunas y palcos, el silencio es absoluto en su mente, con frialdad de acero dispara a la meta y…

El silencio se congela, el tiempo queda suspendido, él no es capaz de sentir el sudor de su propia frente, sus ojos estáticos se concentran sólo en la esférica, el balón sigue girando y todas las miradas se afinan a punto, los flashes de las cámaras parpadean y queman con la intensidad de un millón de soles, las voces que gritan están mudas, todos a la expectativa, los corazones laten con frenesí, como si buscasen salir de los torsos que los abrigan, las venas palpitan. Él sigue ahí, frente a la arquería esperando el resultado de su mejor tiro certero, conseguido con años de entrenamiento y dominio de la técnica, piensa en todo y nada a la vez, el arquero rival se lanza a la tarea de detener el impulso que trae el balón, pero la fuerza de ambos es un choque de alto nivel. La malla de la arquería se sacude y se revienta, estallan los gritos, ha sido un gol del Deportivo.

Generación Electrogeek

Ellos caminan absortos en su mundo, son adictos a la tecnología en todas sus expresiones, se comunican en lenguajes incomprensibles para la mayoría de los mortales, lenguajes que muchas veces suelen ser los formatos de programación de las computadoras, máquinas sin las cuáles no pueden imaginar sus existencias, como si las desktops, las laptops o netbooks fuesen una especie de respiradores artificiales que le infunden la vida cada vez que están conectados online: ya sea para conocer las últimas novedades, descargar las últimas aplicaciones, conversar con otros geeks; la red mundial es su gran patio de recreo donde esta tribu urbana existe a sus anchas y domina el área con toda la experticia que le otorgan las millones de horas pasadas frente al ordenador, las batallas ganadas y pérdidas sorteando virus nocivos y viviendo en el mundo virtual.

Generalmente es muy fácil reconocerlos cuando uno camina por la calle, en su mayoría son hombres, aunque existen raros especimenes femeninos geeks, de pieles pálidas por la muy poca o casi nula exposición al sol, lentes de pasta o aéreos (porque las horas frente al monitor agotan y desgastan la vista), su vestimenta es muy simple y demuestra la poca importancia que tiene para ellos la apariencia. A pesar de envejecer, como lamentablemente lo hacemos todos nosotros, conservan en sus rostros un gesto aniñado, un rasgo de pícara inocencia que puede hacer que uno los confunda con un nerd; pero uno no debe equivocarse: un geek es una persona con una formación cultural muy amplia, que incluye no sólo tecnología, sino además literatura, música y cine, siempre y cuando estas artes sean realizadas por artistas avant garde cuya capacidad creativa los coloca siempre en las listas de lo más reciente, lo más actual, lo más “in”.

Son las personas que veneran a Bill Gates y Steve Jobbs, como una aspirante actriz veneraría a Meryl Streep, que hacen filas interminables afuera de las tiendas para obtener el último aparato en el mercado, no importa si está lloviendo, si hace frío o si están varios grados bajo cero. Además del teléfono celular de última generación, desean tener un Ipad, y están presentes en todos los sites de redes sociales: Facebook, Twitter, MySpace, Hi5, Unyk, Tumblr y son las estrellas de sus propios blogs. Consumen tecnología en todas sus expresiones: desde cámaras fotográficas a televisores LCD pantalla plana, pasando por microondas y refrigeradores, equipos de audio y video, vehículos e incluso lavadoras (tienen que ser las ecológicas), ellos invierten cantidades enormes de dinero en sus artilugios, recuerden que la diferencia entre hombres y niños es el precio de sus juguetes.

Los geeks no siempre están recluidos en su propio mundo, tienen una vida social y suelen tener muchos amigos, también pueden sorprendernos con desempeñar trabajos convencionales y quizás no tener un diploma universitario, conocen gente en todas partes y es posible conseguirlos en los lugares más inesperados. Su conocimiento de la novedad del día les confiere un carácter pseudocosmopolita, que se complementa con una devoción total a ciertos elementos de la cultura analógica como el Atari o la primera versión de Tetris o Mario Bros, y aunque aman lo digital, sorprenden con una colección de música en acetato o nostalgia por juguetes mecánicos. Como miembros de una élite cultural amante de todo lo pop, no temen ser extravagantes y poseen una confianza que le permite mostrarse tal cual son, ya que ellos están conscientes que cada vez serán más imprescindibles para el resto de nosotros, mortales legos analógicos.

El lunes sucedió mi encuentro con uno de estos individuos, es un conocido a quien veo de tanto en tanto, Fernanda me dijo que estaría en un centro cultural de Altamira que posee wi-fi para trabajar en su laptop y terminar unos asuntos de su trabajo mientras esperábamos a la hora de la función de cine para la que había conseguido entradas, así que no me quedo más remedio que ir hasta allá para reunirme con ella. Mi sorpresa fue que al llegar, consigo que no estaba sola, sino acompañada del geek en cuestión. Mauricio estaba con su Mac y un café haciendo no sé qué, y respondió con un incoherente “feliz año” a mi saludo. Fernanda mientras tanto me aburría con una perorata sobre un trabajo freelance que había conseguido y del cual no entendía mucho mientras el geek del momento seguía nuestra conversación con miradas disimuladas.

Ella debía incluir unas entradas en un blog, y ahí estaba con su Mac también, y yo no soy nada útil en estas cuestiones, Mauricio seguía absorto en su trabajo pero de cuando en cuando abría la boca sólo para reafirmar su presunta superioridad, otorgada por sus conocimientos tecnológicos. Como respuesta a mi observación sobre ambas laptops Mac de Apple empezó a responder cosas como: “tú eres un usuario PC ¿verdad?” y una ceja se alzaba de forma despectiva, “a la gente que usa PC les debe encantar tener un virus siempre y perder toda la data” y “cuando no puedas con la PC, golpéala con un martillo” que seguían llegando a la conversación, mientras yo respondía de manera cortés, con una Fernanda ausente en su prueba sin superar a mi lado, y el geek seguía dando información sobre la tienda de computadoras de la cual fue dueño, sobre la cual tampoco nadie le estaba preguntando.

Las risas corteses se me agotaron, traté de cambiar la conversación y empezamos a hablar sobre el ciclo de Ingmar Bergman que estaban proyectando, pero él no estaba ahí para ir al cine sino para terminar su trabajo, “porque en mi casa me distraigo mucho, me pongo a jugar o a escuchar música” y me pareció un caso clínico para evaluar: Género masculino; edad 35 años; síntomas: incapacidad de concentración; diagnóstico: déficit de atención o DDA. Y me reí por un momento en voz alta mientas los dos seguían inmersos en sus mundos digitales, sin notar mi desvarío ante la idea del geek en casa solo y con muchos juguetes o trabajando en su propio blog, donde publica sus trabajos como fotógrafo y suele acompañar las imágenes con textos cortos de poesía propia o prestada de otros famosos bardos y recibe comentarios, probablemente de otros geeks sobre lo publicado.

El tiempo pasado en compañía fue recibir, uno tras otro, dardos venenosos sobre tecnología: “¿conoces el programa bla bla bla?” y yo respondía de forma negativa, “¿y la aplicación de no sé qué para el software no sé qué más?” y yo seguía sintiendo que me hablaba en una lengua desconocida. Cansado ante mi ignorancia, Mauricio optó por continuar su trabajo en silencio porque no terminaba de surgir algún tema en común entre ambos. Fernanda seguía quejándose que no hallaba la manera de incluir las entradas en el blog y cansada de luchar decidió que era momento de retirarnos, a lo que yo accedí a la vez y levantándome de inmediato, agradecido de poder poner fin a mi estadía incómoda con el geek, porque francamente prefiero las actividades al aire libre y el mundo real, por muy bizarro que sea en ocasiones, a la realidad virtual y la vida online.

Viaje a Oriente

Eran las 7 de la noche de un 1ro de mayo del año 1992 cuando tomé el autobús que salía de Caracas rumbo a Oriente, específicamente Puerto La Cruz, estaba algo vulnerable; no sabía ni por qué pero al final me mentalicé; me sentí más cómoda, pensé que alguien querido me esperaba, que iba a disfrutar unos días después de tanto stress laboral y familiar. Aún no imaginaba lo que me esperaba, fue una de las vivencias más inolvidables de mi vida, puesto que quedó marcado como el viaje más largo de mi vida ya que de cinco horas aproximadamente que duraba el mismo, terminó durando 20 horas.
Todo iba perfectamente bien, a excepción de algún grupo de jóvenes que reían y gritaban llamando la atención y obviando las normas de un colectivo, pero como persona práctica me puse mi walkman y empecé a oír música.
De pronto sentí que el autobús empezó a fallar, cada vez iba más lento y con un ruido extraño a mi parecer, hasta que se paró por completo en una carretera oscura como boca de lobo. Todos los que íbamos a bordo nos bajamos, asustados y preocupados, no teníamos los celulares de entonces ni mucho menos cerca un teléfono público.
Pasaron las horas y nada que se resolvía el problema, la gente empezaba a inquietarse más y más. Yo por mi parte comencé a sentir la necesidad de ir al baño, tenía hambre y sed.
Hasta que por fin se paró un camión de carga y el chofer de éste comenzó a revisar la maquinaria del autobús y nada.
La gente ya estaba comenzando a protestar incluyéndome a mí, y el chofer muy educadamente nos preguntó si queríamos irnos en el camión. Yo me sorprendí mucho, porque no me veía montada en un camión parada todo ese trayecto y todos juntos como cerdos. Al final nos montamos y ni siquiera supe cómo fue, ya que me empujaron y cuando vine a ver ya estaba dentro.
Pasaron como 2 horas de viaje, no estábamos contentos ni mucho menos cómodos, pero era en medio de todo lo malo una solución. Hasta que el chofer se paró y hasta ahora no se por qué razón tomó esta decisión y dijo que no podía seguir con nosotros. Todos quedamos sin habla por unos segundos y por supuesto pidiéndole una explicación que nunca nos dio. No nos quedó más remedio que bajarnos en un pueblito oscuro, triste y pobre, todos desorientados y sin saber que hacer. Algunos nos mirábamos la cara con aire interrogante otros decían groserías y otros lloraban.
Hasta que opino que un ángel protector nos ayudó y se paró un autobussette y le explicamos qué había pasado, y se dignó a llevarnos pero con la condición que se iba por un pueblo llamado Zaraza. En efecto, aceptamos pero el viaje duro aproximadamente 15 horas.
El chofer llevaba unas personas con él de mal vivir 2 mujeres y un hombre, todos iban tomando y tenían un aspecto denigrante. Y yo comencé a preocuparme porque por un momento pensé que era un secuestro y que todos estaban de acuerdo (el autobús, el camión y el autobussette). Y además el chofer venía borracho y manejaba malísimo.
Pero todo fue idea mía porque por milagro llegamos a Pto. La Cruz. Mi sorpresa fue que la persona que me esperaba no estaba en su casa. Encontré un teléfono público y la llamaba y nada. Ya casi estaba al borde de la desesperación, decepción y cansancio.
Esa persona estaba en la policía declarándome como persona perdida. Y hasta aquí la historia de mi vivencia.
MORELLA VELAZCO

Sesión final Primera etapa Taller de Crónica

lunes, 3 de mayo de 2010

Textos de María Fernanda Da Silva

EN LA CAMIONETICA...¡QUÉ SUERTE!

Qué varilla, se me hizo tarde… Son como las seis y media y está oscuro. ¿Será posible? Vas a tener que grabártelo de alguna forma, ¿será que mi disco duro ya se pasó de duro a tieso? Y mientras voy a paso ligero, o más que eso, y sorteando obstáculos (huecos, alcantarillas sin tapa, motos, basura y hasta borrachines), me repito: debes estar pendiente de la hora, del sitio. Te va a armar un peo, “¿hasta cuando tengo que decírtelo?” “te estás buscando un problema, y luego vas a culpar al gobierno” Qué estrés, lo peor es el tiquititique de mi esposo.
Sigo hacia la Av. Baralt para agarrar, una camionetica que diga Av. Panteon. ¡Ay, llegué, por fin! A ver, ¿dónde me coloco?, en la Parada no hay nadie, pero en la próxima esquina esta llegando gente, voy para allá. Mosca, los negocios están casi todos cerrados y por lo tanto hay poca iluminación, ojos y oídos abiertos, mijita. Pasan varias unidades antes de divisar a lo lejos una que es la mía, subimos varias personas, doy una ojeada rápida y decido sentarme en el primer puesto del lado derecho, quedando hacia el pasillo, y al lado de un señor, grande con un bolso también bastante grande. Respiro, ya estoy en camino.
Reparo en el chofer, un señor que estaría cercano a los setenta años, de semblante tranquilo,
Y divago – caramba, este hombre ya debería estar en otra cosa, lo obligará la necesidad, parece buena persona-. Continuamos por dos cuadras, sin prisa y sin música. No es lo común, pero nuestro buen chofer maneja con cautela, calmadamente,-¡qué suerte!-
Piden parada, estamos por la salida del Metro en Capitolio, bajan usuarios, y ya iba a arrancar o tal vez quiso arrancar rápido, ¿lo hizo a propósito?, esto lo pensé varios días después recordando los hechos.
Unos brazos largos y manos se aferraron con fuerza a los lados de la puerta, el pasajero y yo nos miramos, silencio… “espérate, coñ., déjame subir mi tío, no joda, qué mierda”, algunas palabras que entendimos de lo que decía un hombre joven que intentaba subir y aparentemente se le hacía difícil, arrastraba una pierna y no tenía estabilidad debido a los efectos de estupefacientes, echaba unas miradas casi perdidas a todos, mientras se esforzaba para subir, lo consiguió.
Estábamos como petrificados, como si no nos enteráramos de nada, mirábamos al chofer, al ser humano que ya estaba sentándose en el asiento al lado del chofer y a nosotros mismos, todo en fracciones de segundos. Mi vecino de asiento tenia su bolso apretado, sujetándolo con las dos manos, “¿será que tiene algo valioso?” “¡Dios! ¿que hago? ¿me bajo?, pero, tal vez sea peor… calma, que no le llegue tu miedo…”
El sujeto hablaba constantemente, pero se le entendía poco, de repente metió la mano entre el pantalón y la camisa, para sacar algo, “ya está, nos fregamos”, no, no era un arma, era un bojote de billetes de poca denominación, con los que a veces le decía al chofer que él tenía mucho dinero y otras le pedía que le prestara, o que se lo diera, tratando de tomar de la pequeña caja el dinero. El señor no perdió la calma, con suavidad, pero firme le retiraba la mano de la caja diciendo que se quedara tranquilo, una y otra vez.
De pronto, molesto, llevó una de las manos hacia la parte baja del pantalón, la introdujo en una de las botas, -el tiempo como que se detuvo-, creo que dejé de respirar, no nos movíamos, solo los ojos. Pero, nos miró, miró al chofer, volvió a mirarnos, le sostuve la mirada apenas, y, no siguió con lo que iba a hacer… Pidió para que lo dejara bajar, entre otras cosas que no se le entendieron, y bajó, con mucha dificultad, cerca del TSJ.

Nanda, marzo de 2010

¡RAULÍN!

Existe un género de seres que se han adjudicado un empleo informal, a falta del formal, y que no es la buhonería, ni la venta de lotería, o de periódicos, ni la mendicidad, tampoco la música, sea instrumental, a capela o ambas, caso aparte, si tenemos algo de suerte nos llegan sonidos agradables entre tanto ruido, los vendedores de cualquier cosa que atosigan a los desazonados usuarios de las camionetitas tampoco pertenecen al género en cuestión, ni son malabaristas o traga-fuego, ni lateros … es otra la ocupación, que tal vez germinó a partir del caos y con la cuál éstos individuos obtienen algo de dinero.

Ésta variedad de trabajador hace uso de sus cuerdas vocales de fuerte manera, alcanzando altos decibeles para así hacerse oír, también utiliza el aire de sus pulmones para el enérgico silbido que emerge a través de su boca, y por si quedaran dudas manipula un pito con el cuál lía a los transeúntes y automovilistas que en algunos momentos no saben que acontece, si hay o no un fiscal, y el por qué de el pitazo, hasta que caen en cuenta que el que lleva el silbato y por ende el mando, es un personaje que está más que ducho en sobrevivir a toda costa, a subsistir como pueda.

Un quehacer original que tiene asilo desde algunos años atrás en el Distrito Capital, particularmente en la Caracas Bonita, pero de manera más visible en la Parroquia de La Candelaria, en el punto norte de la plaza del mismo nombre, en la acera sur de la avenida Urdaneta, en dirección oeste este. Puede que se practique en la otra orilla e inclusive en otro lugar o distrito, pero no con la regularidad y fuerza que se avista en tan concurrido espacio público. El protagonista pareciera no creer en dichos como “El que madruga coje agua clara” o “Al que madruga Dios lo ayuda”, pues no principia su faena madrugando, sino cerca del mediodía y hasta la noche.

Tiene este prójimo la piel tostada, agrietada, envejecida antes de tiempo… Sus ojos siempre inquietos, otean en todas direcciones, aunque su mirada pareciera no querer establecer contacto verdadero con nadie. De movimientos ágiles y enérgicos, tan es así que a veces se asemejan a un saltimbanqui a un contorsionista. Con edad inexacta, altura, tono de piel diversa. Su indumentaria no siempre demasiado sucia y rota es, según sea la procedencia, tanto del personaje como del ropaje, que incluye algo que le es primordial, una gorra, cualquiera, que igual le sirve para resguardarse del sol como de la lluvia, y puede que unas gafas oscuras, si llegan a sus manos.

“¡Aguántalo!” Grita, al mismo tiempo que trata de que el chofer no solo lo oiga sino que lo vea, lo cuál implica saltar, correr, de un lado a otro, de la puerta a la ventanilla del lado del chofer o a la del ayudante. Al quedar medio aparcado o aparcado en el medio el carrito, se agarra o se le atraviesa y entonces comienza a enunciar la ruta: “¡Andrés Bello, por La Chiquinquirá, Los Jabillos, La Campiña, PDVSA, Chacaito!” “Calma mi tío que están bajando. Sube ahorita mi reina, sube que si hay puesto”. Mientras suben usuarios se mantiene dando información del trayecto respectivo, y pendiente de que el ayudante o el chofer le den algunas monedas. “Algo, para no perder todo pana” ¡Dale varón! Le dice al chofer a forma de despedida.

¡Épale Raulín! Es el saludo tanto del chofer como del ayudante para cualquiera de éstos trabajadores informales, cuándo se topan con ellos, a lo que responde el personaje con algo como, ¡Háblame Raulín!
¡Aguántalo varón! ¡Llévatelo! Grita, para indicar que va a subir alguien.
Este espécimen, Raulín, aprovecha la más mínima oportunidad para obtener unas monedas, cosa que no siempre le resulta; claro que viendo la cantidad de veces que pasa una camionetica se deduce que tan mal no le irá y más si es avispado y le cae bien a los camioneteros.
¡Vaya Ricky Martin! Es la nueva frase entre los dos grupos.


Nanda, Abril del 2010

lunes, 26 de abril de 2010

Sección 11, El personaje típico de la Venezuela actual

En la sección 11 leímos y comentamos varias crónicas, tomando como referencia describir personaje típico de la Venezuela actual y luego salimos en trabajo de campo a un evento local. Posteo aquí una de las crónicas leídas, "El arribista", de Marla Rojas:

El arribista


Nacida aquí, llevo 36 años viviendo en Venezuela y aunque la conozco poco geográficamente, estoy empapada del sentido de pertenencia y las características de un paisano. Un venezolano se reconoce en cualquier parte del mundo ya sea por su tumbao, forma de hablar o maneras de conducirse.

Los venezolanos se deshojan como las capas de una alcachofa. Para mí existen muchos adjetivos a que atribuírselos. Y de allí numerosos personajes que se fijan en mi memoria y que forman parte de la variopinta fauna que pueblan nuestras calles.

Es de esa sólida masa que va todos los días a trabajar, que se mete en el metro a costa de un empujón, grito o pisotón, que permanece horas en el tráfico o simplemente funge como peatón en una ciudad cuyo frenesí nos coloca en unos niveles de stress del primer mundo, que resalta, una figura ineludible y esa es El Arribista.

El Arribista suele venir de ambientes muy precarios y muy difíciles. Salvo su inteligencia no tienen otra riqueza mayor que la capacidad de trabajo. A veces su intelecto los coloca en las oportunidades propicias para escalar. Es así como estos individuos de nula filantropía se aprovechan desde la suegra millonaria hasta el jefe noble que les enseñó todo lo que aprendieron al llegar nuevos a alguna empresa que tenían en la mira.

Moral ninguna. Y no caigamos en el cliché de Maquiavelo porque, ¿para qué citarlo? si lo que es obvio no necesita anteojos.

Digamos que si tienen ética sería la ética del mentiroso. El chanchullo y el guiso es su hábitat común.

No les importa causar daños a terceros incluso si al verse afectados consiguen para ellos un mayor bien. Cada una de sus acciones está vinculada con una razón subjetiva y su principio siempre será ganar-perder, es decir, ellos ganan, siempre y cuando, el resto pierda. Por lo que no se caracterizan por actos de buena fe ya que estaríamos hablando de negociaciones en igualdad de condiciones, cosa que ellos desconocen.

Al principio si como no, muy amables, muy chéveres, muy todo pero paralelamente a su inmunda curiosidad e impertinentes, incómodas y hasta sesgadas preguntas y con las respuestas a ellas, van tejiendo la tela de araña para apresar a su próxima víctima.

Normalmente se plantean metas a futuro y trazan proyectos muchas veces desconocidos hasta por sus más allegados. Subir es cuestión de tiempo lo demás, es herir.
Oiga usted, si se enamora de un o de una arribista y su apartamento es propio y digamos que usted goza de una buena posición tenga cuidado porque hasta una relación paralela le puede descubrir y no sea que su novio o novia termine en su pent house con un mister Venezuela o la con la chica Urbe del mes. Resguarde sus bienes y use el extinguidor en caso de egoísmo catatónico evidenciado en la hipocresía y deslealtad propios del personaje en cuestión.

De paso, lo creen a usted como una persona inocente y hasta indefensa, como diríamos en buen criollo se hacen los locos, subrepticiamente cometen sus iniquidades y nosotros no debemos hacernos los pendejos.

Caracas, ciudad extrema por sus vapores y figuras locales. Y no olvide que el arribista existe también en el diccionario de la Real Academia Española como aquellas “personas que progresan en la vida por medios rápidos y sin escrúpulos”. Manténgase alejado de estos implacables seres y si se topa con alguno, póngale límites de una. Para reconocerlos use lentes tridimensionales pues tienen la cara tan dura y tan cuadrada que pueden ser los protagonistas de cualquier escabroso thriller.


Marla Melissa Rojas

viernes, 23 de abril de 2010

Manuel Díaz Rodríguez

Sección 10, Más crónicas modernistas

En la sección del 16 de abril de 2010 leímos una crónica de Manuel Díaz Rodríguez, "Constantinopla", de su libro de crónicas de viajes De mis romerías. El escritor venezolano Manuel Díaz Rodríguez fue el prosista más importante del continente, y al igual que las figuras más destacadas del movimiento modernista, fue viajero, pero también alma sensible. También, formó parte de las figuras intelectuales que acompañaron al gobierno de Juan Vicente Gómez, junto a escritores como José Gil Fortoul, Pedro Emilio Coll, Vallenilla Lanz. En la crónica leída se destaca el cuidadoso uso del lenguaje, el cual llega en algunos momentos al lirismo poético, el detalle preciocista. Es el caso de la descripción que hace Díaz Rodríguez de las mujeres del harem del sultán turco, a las cuales compara con las flores de un invernadero, deteniéndose incluso en un área precisa de estas mujeres, sus manos, la única parte su cuerpo visible. De un plano amplio, de la ciudad descrita, Constantinopla, la visión del cronista se va cerrando. Inicia su descripción con la figura del Sultán y su séquito de guerreros, para luego enfocarse en las mujeres de su harem y sus eunucos. Lo importante a destacarse, además del lenguaje preciocista, que ya he señalado, es la perspectiva, cargada de subjetividad, que parte de lo observado pero que va mucho más allá, entregándonos, su mirada acerca de un lugar exótico, una cultura, y lo que esta cultura despierta en su imaginación. Como ya he señalado lo fundamental de una crónica, y que define precisamente el estilo de un cronista, está en estos dos aspectos; por una parte, de qué manera su lenguaje construye una visión de la realidad, y de igual modo, desde qué punto de vista enfoca la realidad observada. Desde ese punto de vista Díaz Rodríguez es una figura paradigmática de la época modernista.

En la sección 10 también leímos y comentamos los ejercicios de tres talleristas.: María Fernada, Diego y Marla. La propuesta del ejercicio era escribir una crónica en la que predominase el tema y la perspectiva subjetiva. Nos resultó evidente que la objetividad sobre un hecho nos resulta más fácil de expresar. Como señalé, toda buena crónica debe presentar una perspectiva con cierto grado de subjetividad, otra cosa distinta es que el tema de la crónica sea de referente subjetivo, es decir, que el tema sea una emoción, un sentimiento, algo que podamos vincular al ámbito de lo íntimo. Aún si nos referimos a un sentimiento ajeno o colectivo, algo de nuestra propia subjetividad se pone en juego, queda expuesto. La crónica "los suicidas del fin del mundo" de Leila Guerriero, publicada por Debate, a la que ya me he referido en un posteo anterior, podría ser un ejemplo paradigmático dentro de la crónica latinoamericana contemporánea.

Plaza Bolívar de Chacao

Sección 9, conversación con cronista

En la sección del 9 de abril de 2010 conversamos con el señor Rafael Castillo, cronista de Chacao. Quién conversó con nosotros sobre las funciones de un cronista y sobre la historia de Chacao, desde el Chacao amurallado y rodeado de haciendas, vinculado a la familia materna del Libertador, en la que se detenían los viajeros y comerciantes que iban a Caracas (en ese entonces Caracas era el cuadrilátero histórico y algunas manzanas que lo rodeaban), hasta el municipio autónomo que es hoy en día.

jueves, 8 de abril de 2010

Sección 8, La crónica modernista

Continuando con nuestro recorrido histórico de la crónica, leímos tres crónicas modernistas: El colibrí de Pedro Emilio Coll, narrador venezolano y dos crónicas de José Martí, una de las figuras más destacadas del Modernismo latinoamericano, poeta, periodista y político cubano. En la primera parte de la sesión contextualizamos estas crónicas señlando algunas características del Modernismo:

MODERNISMO

Movimiento literario, pero también ideológico, cultural y social latinoamericano, que podemos situar entre las dos últimas décadas del siglo XIX y las dos primeras del siglo XX. Aunque su influencia se extenderá un poco más en el tiempo. Su figura más destacada es el poeta, periodista y diplomático nicaragüense Rubén Darío. Otras figuras importantes son: José Martí, Julián del Casal, José Asunción Silva y Gutiérrez Najera. Entre los escritores venezolanos se encuentran: Manuel Díaz Rodríguez (el máximo prosista continental del Modernismo), Pedro Emilio Coll, Pedro César Dominici, y algunso estudiosos mencionan a Rufino Blanco Fombona. Coincide con la denominada Generación del 98 española (Ramón del Valle Inclán, Miguel de Unamuno, Jacinto Benavente, Pío Banoja y Ramiro de Maeztu). Asimismo coincide en el tiempo con la Belle Epoque (La Bella Época) en Europa. La estética modernista amalgamó diversas tendencias literarias e ideológicas, entre las que podemos mencionar: el Romanticismo, el Realismo, el Naturalismo, el Parnasianismo, el Simbolismo, el Decadentismo, el Prerrafaelismo inglés, y con las corrientes de pensamiento Positivismo, Espiritualismo y Vitalismo. El Positivismo podemos observarlo en las obras modernistas en la fuerte importancia que va a cobrar la noción de Progreso, vinculada con los avances científicos y tecnológicos, la importancia del pensamiento racional, opuesto generalmente a la barbarie. Es por ello que la vida y ambiente urbanos van a ser los referentes predominantes en el texto modernista. Con frecuencia la ciudad de París, en particular, que era el epicentro cultural de la época. El Arte y la Belleza "se postulan como valores supremos y absolutos", como respuesta estética, refinada, a la sociedad mercantilista y mecanizada, que ha transformado el arte en mercancía y ha despojado al artista de su papel ductor en la sociedad. La prosa periodística en particular no escatima la belleza verbal para diferenciarse de las expresiones destinadas al populacho que empiezan a circular en la prensa, tales como el folletín. Por otra parte, la literatura en lengua española se había desgastado, anclándose en el academicismo. la estética hispanoamericana quería diferenciarse de esta estética decadente y proponer una estética singular, propia de América, pero al mismo tiempo universal. El cronista del Modernismo quiere ser ante todo, "ciudadano del mundo". De allí que sea común encontrar referentes exóticos, misteriosos en los textos modernistas, como es el caso de la crónica que leímos de Martí, "Un funeral chino", que describe en detalle las exequias de un personaje relevante de la comunidad china de New York, mostrando rituales, costumbres, trajes. Más allá de lo estético, el Modernismo abarca aspectos de la vida cotidiana de las personas de a pie de la época, que puede observarse en el culto a la moda, al objeto bello, al espectáculo. Lo bello- señala Graciela Montaldo, pasa a ser "algo disponible en el mercado" (...) "desde los trajes cada vez más sofisticados hasta los objetos de aseo personal". Esto se representa en la cronica y el texto modernista en el cuidado que se le presta al lenguaje, hasta volverse incluso preciosista, y a la artificiocidad como valor estético predominante, se contrapone a lo real el ideal del arte. Esto es posible en la medida en que las capitales latinoamericanas empiezan a crecer y se abren al mercado internacional global, una vez que se han independizado de España. Otro aspecto fundamental es el vínculo de la estética modernista con lo espiritual y subjetivo, y especialmente con el "spleen", el malestar del espíritu que surge a propósito de la mercantilización y mecanización de la sociedad, que coloca al artista y al escritor al margen de la sociedad, al no poder asignarle un valor productivo a su trabajo. Señala Darío en uno de sus textos: "Las musa se van, porque vinieron las máquinas y apagan el eco de las liras". Hay también en el escritor y cronista de la época un cierto hedonismo, que lo lleva a destacar en sus descripciones todo aquello que puede percibirse a través de los sentidos: colores, olores, sabores. De igual modo el referente erótico cobra relevancia. Por otra parte, debe señalarse el estrecho vínculo entre Modernismo y Modernidad, al igual que el artista del Renacimiento, el modernista, y muy especialmente el escritor de crónicas, le interesa estar al día, enterarse y mostrar los avances y novedades de los países más avanzados. Lo que no les es difícil puesto que los grandes escritores latinoamericanos del Modernismo van a ser viajeros. Vivirán en distintos países latinoamericanos, en los Estados Unidos y en Europa. En su propia escritura le interesa destacarse por su originalidad y novedad, que va a tomar de diversas culturas, idiomas, y movimientos estéticos. Su referente es el hombre universal, culto, que surge con la Ilustración, el enciclopedismo, a finales del siglo XVIII.

Bibliografía

Díaz Rodríguez, Manuel. (1942) "Paréntesis modernista o ligero ensayo sobre el Modernismo". En Camino de perfección y otros ensayos. Apuntaciones para una biografía espiritual. Caracas: Editorial Cecilio Acosta
Montaldo, Graciela. (1995). La sensibilidad amenazada. Caracas: Fundación Celarg/Planeta.
Rama, Ángel. Rubén Darío y el Modernismo. Editorial Alfa.

viernes, 26 de marzo de 2010

Sección 7, viernes 19 de marzo de 2010

EL COSTUMBRISMO

En dicha sesión comenzamos por aclarar que el Costumbrismo no fue un movimiento o escuela literaria, sino una forma de expresión narrativa breve, que apareció en publicaciones periódicas latinoamericanas, durante el siglo XIX, para mostrar, con humor, tipos y costumbres locales. (Alba Lía Barrios). Dichos textos estuvieron muy vinculados al proceso de configuración de las naciones hispanoamericanas, luego de los procesos de Independencia. Alcanzada la independencia política, se buscaba la independencia cultural. Es por ello que los personajes protagónicos de la crónica costumbristas son personajes típicos locales, como el llanero o el gaucho. Por otra parte, hay que destacar su carácter didáctico, ya que al mostrar la idiosincracia, se mostraban códigos de comportamiento en los que se oponían la civilización (el comportamiento correcto) de la barbarie (el inadecuado) con la finalidad de educar al pueblo. De allí que las crónicas costumbristas fuesen breves, jocosas, ágiles, de fácil comprensión por un público masivo, en buena parte con poca o ninguna educación formal. La utilización del lenguaje coloquial apela a la identificación y complicidad del lector. Según su foco pueden señalarse dos tipos de crónicas:
a) Cuadros o semblanzas: El foco está en el contexto social, en modos de comportamiento colectivo, grupal.
b) Crónicas o artículos de costumbres: El foco está en la narración de hechos o en personajes tipo ("Un romántico", "El baladrón"). Estos personajes se vinculan a estereotipos, definiciones que el colectivo otorga a determinada cosa o persona según sus características.
Estos textos buiscaban reflejar, con sentido crítico, lo cotidiano de una nacionalidad, el espíritu nacional. Expresa Alba Lía Barrios: "El costumbrista invita al lector a tomar distancia y ver con sentido crítico, teñido de ironía, aquello que le rodea, de allí su preferencia por la hipérbole y los contrastes remarcados, instrumentos básicos de la técnica caricturesca".
DIFERENCIAS ENTRE EL PRIMERO Y EL SEGUNDO COSTUMBRISMO
Leímos dos textos costumbristas, "Contratiempos de un viajero" de Juan Manuel Cagigal y "Un llanero en la capital" de Daniel Mendoza, observando las diferencias textuales y de enfoque entre el primer costumbrismo y el segundo:
En el texto de Cagigal, perteneciente al Primer costumbrismo, el protagonista es un personaje burgués, educado, cuya mirada positivista y conservadora, que defiende el orden establecido, los valores tradicionales, se oponga al desorden de los comportamientos populares. Su mirada es distanciada, extrañada, y destaca desde el inicio los aspectos negativos de la sociedad que describe. Esta distancia lo lleva a sufrir un sinfín de dificultades, debido a que no busca adaptarse y comprender un medio que le es desconocido (con frecuencia es extranjero). Mira la realidad como un científico miraría su objeto de estudio. Aquí se observa la notable influencia del Positivismo, escuela filosófica de la época, que vinculó la verdad científica con las ciencias sociales, destacando la influencia del medio y la raza como factor determinante en la configuración del individuo. Detrás de la consigna positivista "orden y progreso" se escondía el miedo a la irrupción de la masa como fuerza colectiva. Es por ello que en los textos del Primer costumbrismo predomine la focalización externa y los personajes populares sólo se observen en su exterioridad y casi siempre como masa, turba, reunidos en calles y mercados, sin atribuírseles rasgos subjetivos. Nótese que el texto utiliza un lenguaje culto, hace refrencia a acontecimientos históricos, y su formato es la carta.
Mientras que en "Un llanero en la capital" notamos un cambio fundamental en el lenguaje y en la perspectiva de narración. En el texto predomina la mímesis, es decir, hablan directamente los personajes. Su personaje protagónico es un personaje popular, un llanero, el cual nos es descrito no sólo físicamente sino que también tiene voz, un dialecto que le es propio (el cual se representa a través de una ortografía distorsionada) y establece un diálogo de tú a tú con el personaje culto de ciudad, el "dotor", quien no lo ve con desprecio, sino con sorpresa y simpatía. Al saber librezco se opone la sabiduría popular de Palmarote, su curiosidad, su manera particular de ver la nueva realidad que le rodea, y de intentar comprenderla. A diferencia del extranjero culto del Primer costumbrismo. Palmarote "diferencia con buen tino lo esencial de lo superfluo" y se sorprende, con picardía, de lo innatural y trastocado de la vida caraqueña marcada por el consumismo, el tráfico, la afectación. En la perspectiva del segundo costumbrismo hay una perspectiva más cercana respecto a lo representado, a esto contribuye el uso del lenguaje coloquial, el qu elos personajes hablen directamente, como si estuviesemos en una representación teatral y fuésemos testigos directos de lo que va ocurriendo. Ya no hay la amargura distante del Primer costumbrismo, sino un humor, liviano, jocoso, que no deja, sin embargo, de cuestionar, la vida "civilizada".
Bibliografía
Barrios, Alba Lía. (1994). Primer costumbrismo venezolano. Caracas: Ediciones Casa de Bello.
Picón Salas, Mariano. (1980). Antología de costumbristas venezolanos del siglo XIX. Caracas: Monte Ávila Editores.

Sección 6, viernes 12 de marzo de 2010

El viernes 12 de marzo vimos el documental "Caracas, cronica del siglo XX" en la sala Cabrujas, en la sede de Cultura del municipio Chacao, comentamos el documental, su tema, su enfoque. Dicho documental es una suerte de compilación de crónicas, centradas en las transformaciones urbanísticas de la capital venezolana, en el siglo pasado, especialmente en la arquitectura y organización de la ciudad, bajo la influencia de diversos factores políticos y sociales. De igual modo, leímos y comentamos un texto de José Ignacio Cabrujas, "De las garzas, de las rosas", en el cual observamos la prolepsis, es decir, a partir de diversos factores que caracterizan el presente, el autor hizo una proyección de lo que podría ser el futuro del país.

jueves, 11 de marzo de 2010

Sesión 5, viernes 5 demarzo de 2010

Continuamos revisando ejercicios de taller de los participantes, en esta ocasión nos centramos en un acontecimiento representado desde la perspectiva del narrador-testigo-protagonista. En todos los textos leídos había hechos inesperados, de los que nos brinda Caracas y Venezuela cotidianamente: el desalojo de una torre por alerta de bomba, un posible atraco en un transporte público, un viaje en carretera de cinco horas, que se transformó en uno de 20 horas lleno de peripecias, un mal paso en el metro de la ciudad, que afortunadamente no terminó en tragedia. Teóricamente revisamos distintos conceptos vinculados a lo construccion discursiva:
LA PERSPECTIVA DE NARRACIÓN
Un mismo acontecimiento puede ser narrado desde múltiples perspectivas. El modo de narrar construye los hechos, hace que el lector o auditorio los vea de determinada manera. Un narrador puede centrarse en los aspectos agradables o positivos de un personaje, un lugar o acontecimiento, pero también desde una perspectiva negativa. La perspectiva podemos vincularla con las ideologías, las creencias, los valores. Recordemos que el discurso en la crónica presenta siempre un punto de vista subjetivo. Si soy, por ejemplo, militante de un partido político, o practicante de un culto religioso, si escribo sobre un tema vinculado con mi fe o mi ideología difícilmente seré imparcial. La visión sobre los acontecimientos de un niño o adolescente es necesariamente distinta de la que puede ofrecernos una persona adulta. Una forma específica de perspectiva es la FOCALIZACIÓN. De manera general podemos distinguir la focalización interna y la externa. ¿Quién narra está involucrado en los acontecimientos o no?¿Ve las cosas desde afuera o se involucra?¿Se centra en lo que ve en lo que puede percibirse con los sentidos, o hace referencia a emociones, sentimientos o ideas? Según la intención hay diversos tipos de discurso: a) informativo; b) argumetativo; c) emotivo d) poético (estético); c) Fático (expresiones utilizadas solamente para mantener la comunicación. En un mismo texto puede variar la perspectiva y la focalización. Puede iniciarse, por ejemplo, desde una focalización externa y luego pasar a interna o viceversa. En un texto narrativo debemos diferenciar la perspectiva del narrador de la perspectiva del personaje, porque no siempre coinciden, como ya vimos, en la narración en tercera persona o heterodiegética la perspectiva del narrador es distinta a la del personaje o personajes protagónicos.
EL TIEMPO
Los acontecimientos en un texto son procesos. Un proceso implica cambio sucesivos, y por lo tanto una evolución, y eventualmente una transformación, es decir, una sucesión en el tiempo o una cronología. Lo que en narratología denominamos ORDEN O SECUENCIA. El orden o secuencia ocurre según determinada lógica: una persona que regresa tiene que haberse ido primero, una reconciliación ocurre si antes ha habido una pelea. Los acontecimientos, igualmente presentan una DURACIÓN (un breve momento, unas horas, varios días, varios años). Un breve instante puede cambiar la vida de un personaje, en otras historias los cambios se estan de manera lenta, prolongada. Cada tipo de crónica, según su tema, tiene determinada duración. Un evento deportivo o social tiene una duración específica, la narración de un evento inesperado puede durar unos minutos, unas horas, una jornada entera. Aunque, como expresara Aristóteles "el cambio es de naturaleza interior", es decir, si no percibimos un cambio tenemos l aimpresion de que no ha corrido el tiempo. La noción de tiempo, desde el punto de vista de la percepción, es relativo.
Debemos diferenciar el tiempo de la historia (cuando los acontecimietos narados ocurrieron), del tiempo del discurso (el momento en qu eson narrados). Lo más frecuente es que los acontecimientos narrados ya hayan ocurrido.
Época de los acontecimientos relatados: los hechos pueden haber ocurrido recientemente, en la época actual; pero eventualmente los cronistas hacen referencia a hechos ocurridos en otra época.
Tiempo verbal de la historia: presente, pasado, subjuntivo, gerundio, etc.
Desviaciones cronológicas: No siempre el relato de los hechos se hace de manera lineal, en algunos casos la manera de narrar puede implicar rupturas temporales:
Analepsis: narración retrospectiva.
Prolepsis: Anticipación, se adelantan acontecimientos futuros, que son anunciados o insinuados en el textos.
Reiteración: Se utiliza usualmente para cambiar, añadir, hacer hincapié en el significado de un acontecimiento.
Elipsis: Se omite un hecho que será expuesto más adelante, con la intención de crear suspenso.
Lineas paralelas: varios acontecimientos suceden a un mismo tiempo.
Acronía: Imposibilidad de establecer una cronología precisa.
EL ESTILO VINCULADO A LA PERSPECTIVA
Como ya hemos señalado con frecuencia el cronista utiliza formas discursivas indirectas u oblicuas. La escritura contemporánea, en general, se ha caracterizado, por prácticas textuales críticas, irónicas, que han puesto en entredicho los presupuestos de lo real que postuló la modernidad: la visión unívoca de la verdad científica que ordena el mundo en categorías definibles, delimitables. Frente a la organización lógica y objetiva de lo real EL ABSURDO deja en evidencia lo negativo de la condición humana, a través de la irrupción de la incongruencia, el sinsentido, lo inesperado. Freud, en las bases del psicoanálisis dejó en evidencia la existencia, dentro de nuestra propia mente, de otra lógica más profunda, la del deseo, y otras pulsiones que podemos vincular con el inconsciente.
LA IRONÍA: Cuando hacemos referencia a la ironía debemos diferenciar la ironía como actitud vital, como perspectiva, que es previa a cualquier discurso, y el modo en que esa manera de ver las cosas, luego se textualiza, se vuelve una forma discursiva. Aquí nos interesa centrarnos en la ironía como forma discursiva. Históricamente se vincula la ironía con la época romántica y su pesimismo, la destrucción de la ilusión. Lo que vincula a la ironía con la reflexión y con el cuestionamiento de las verdades oficiales, es decir, es una forma de cuestionar en orden de cosas del mundo. El diccionario la define como "decir lo contrario de lo que se quiere dar a entender". Por lo tanto, la ironía, nos pide, leer entrelíneas, buscar otro significado detrás del literalmente expuesto. Ninguna situación es irónica en sí misma, está en la perspectiva de quien la percibe. En el discurso oral, un repentino cambio de tono puede indicar la presencia de la ironía. En el escrito algunos signos de puntuación podrían señalar ese cambio de tono: los puntos suspensivos, el paréntesis, los guiones, algunas formas de interrogar, un título que parece no concordar con el contenido, o un paréntesis. Con frecuencia es el contexto el que nos señala cuándo una frase tiene un sentido irónico o no, y nuestra experiencia previa.
EL HUMOR Y LO CÓMICO: Aunque se parecen lo cómico y lo humorístico no son iguales; pero ambas formas discursivas implican una reformulación del sentido (o significado). Proponen un discurso ambigüo, que al igual que la ironía, pide una segunda interpretación. Con frecuencia ambas se presentan a través de la hipérbole (la exageración). Por lo que nos producen risa. Estéticamente podemos vincularlas a lo grotesco, el absurdo, la parodia. Traspasan los límites de lo convencionalmente aceptado como representación. El humorista, señala Víctor Bravo, "se distancia de la realidad, relativiza la verdad, degrada los valores consagrados". Representa así el intersticio que puede haber entre el lenguaje y la realidad, entre la realidad y la representación, la existencia de un segundo nivel subyacente. Deleuze, por su parte, citado por Bravo, expresa: "El mundo moderno es el mundo de los simulacros". Aquí entramos nuevamente en la ironía como perspectiva, en el mundo en sí, en sus dinámicas hay contrasentido, absurdo, falsas representaciones, detrás de las cuales, hay una forma de burla hacia quien es su víctima. Es por ello que también estas formas discursivas pueden vincularse también con la crueldad, en tanto implican con frecuencia la degradación física o moral de alguien. Lo cómico es más directo, nos muestra de una vez esa degradación, mientras el humor va más dirigido a la inteligencia, busca hacer reflexionar al receptor.
Bibliografía
Allemann, Beda. "La ironía como principio literario". En Literatura y reflexión. Tomo II. Buenos Aires: Editorial Alfa.
Bal, Mieke. Teoría de la narración. Madrid: Cátedra
Baudelaire, Charles. De la esencia de la risa. Caracas: Ediciones Khaos.
Bravo, Víctor. Figuraciones del poder y de la ironía. Caracas: Monte Ávila Editores
Brioschi, F. y C. Di Girolamo. Introducción al estudio de la literatura. Barcelona: Ariel
Booth, Wayne. Retórica de la ironía.
Díaz-Migoyo, Gonzalo. "El funcionamiento de la ironía". En Humor, ironía, parodia. Madrid-Caracas: Revista Espiral/Editorial Fundamentos.
Calsamiglia, Helena y Amparo Tusón. Las cosas del decir. Barcelona: Ariel.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Sesión 4, viernes 26 de febrero de 2010

Iniciamos en esta sesión los ejercicios propiamente de taller con la lectura y revisión por parte del grupo, de un ejercicio que consistió en describir un personaje y vincularlo con un lugar específico. Un jardinero, un zapatero, un sujeto de los que se montan en el transporte público para ofrecer libros de metafísica, un gato, la señora de limpieza de una torre de oficina, cobraron vida en los textos. De eso se trata, de ir configurando textos que retraten esta época que nos ha tocado en suerte. Me he llevado los textos para revisar puntuación y ortografía.
LA CRÓNICA Y LA EXPRESIÓN.
EL MODO
El modo de narrar construye los hechos, hace que el lector, o auditorio los vea de determinada manera. Hay básicamente dos modos de presentar una historia: la mímesis y la diégesis
La mímesis (o discurso directo): Hablan los personajes directamente. El lector o auditorio puede tener la sensación de estar presente. Hay tres formas básicas de mímesis: el monólogo (habla un solo personaje), el diálogo (hablan dos o más personajes) y el soliloquio (hay dos o más personajes, pero sólo habla una, él o los demás no responden).
La diégesis: (discurso indirecto): Hay enunciación, narración, no hablan directamente los personajes, sino lo hace el narrador. La enunciación tiene que ver con la manera en que quien narra se presenta a través de su discurso. La inscripción del yo en el discurso implica la configuración de una identidad discursiva y marca el tono de la interacción: su discurso puede ser coloquial o formal, dramático o humorístico, puede estar presente explícitamente o no. Quien escribe puede hacer un discurso subjetivo (se describe a sí mismo) o escribir objetivamente, puede hablar a nombre de un colectivo ("nosotros los caraqueños", "nosotros los periodistas"). Esto puede indicar sentido de pertenencia o búsqueda de complicidad con el lector o auditorio. También pueden usarse sintagmas nominales (este servidor, quien escribe).
LA VOZ
Cuando nos referimos a la voz estamos centrados en el narrador y la enunciación. El narrador es un ente ficcional que organiza y cuenta la historia de uan determinada manera. No debe confundirse con el autor, la persona de carne y hueso que escribe el texto, el narrador sólo existe en el relato. Hay tres formas básicas de narrador según su vínculo con los acontecimientos:
Narrador autodiégetico (narrador en primera persona): Quien narra los acontecimientos es el protagonista de los hechos narrados. Con frecuencia lo hace en pasado. Quien narra es el protagonista pero también el responsable de la narración. En un texto el personaje puede hacer mímesis (hablar directamente en el texto) pero también diégesis (narrar los acontecimientos).
Narrador heterodiegético: (narrador en tercera persona) No participa en los hechos narrados. Narra como un observador.
Narrador Homodiegético: No es el protagonista principal de los hechos narrados pero si es parte de la historia, está vinculado con él.

viernes, 19 de febrero de 2010

SESIÓN TRES, JUEVES 18 DE FEBRERO DE 2010

ESPACIO-LUGAR-AMBIENTE. LA CRÓNICA COMO EXPRESIÓN DE CIUDADANÍA.

EL ESPACIO:

La noción de espacio, como la noción de tiempo, es una abstracción humana. Existe en tanto podemos vincularla con la percepción de un sujeto, una persona. La enciclopedia define el espacio como: “Continente de todos los objetos sensibles que coexisten//Parte de este continente que ocupa cada objeto sensible.//Capacidad de terreno sitio o lugar.//Transcurso de tiempo.//Lugar descampado.//Geom. Lugar con tres dimensiones: longitud, latitud y profundidad. Éste es el que perciben intuitivamente nuestros sentidos.” Es decir, podemos vincular la noción de espacio a una habitación, a un terreno o al universo que nos contiene y cuyo espacio, en realidad, no es medible. La teoría de la relatividad planteó inclusive la existencia de una cuarta dimensión, que sería vertical a los tres ejes de coordenadas ya mencionados, longitud, latitud y profundidad. Matemáticamente es posible desarrollar geometrías de cualquier número de dimensiones, pero no ha sido posible demostrar la realidad física de esa posibilidad. Algunos relatos de ciencia-ficción se basan en esos presupuestos. Pero en lo que compete a un cronista, que pretende representar la realidad actual, o pasada, nos centraremos en el vínculo del espacio con la actividad humana:

Formas de presentación del espacio
a) estable: El sujeto que ve, observa desde un punto fijo.
b) dinámica: El sujeto que ve, se desplaza.

LOS PERSONAJES Y EL ESPACIO:
Oposiciones espaciales:
-interior-exterior (protección o peligro)
-cerca-lejos (visión global ó visión detallada, estar cerca del objetivo o no)
-abierto-cerrado (libertad-prisión)
-conocido-desconocido
-asequible-inasequible (El castillo de Kafka)
-ciudad-campo (la ciudad equivale a la civilización y el campo a la barbarie; o a la inversa (la ciudad, lugar de corrupción y alienación y el campo como lugar de la pureza)
marco: implica las notaciones de tiempo histórico y de lugar geográfico en que ocurren los acontecimientos, mediante el marco es posible percibir él ó los ambientes en que se desarrolla el acontecer.
el espacio y su percepción a través de los sentidos: (vista, oído, tacto)
-cerca-lejos (un rumor que se vuelve griterío, puede implicar peligro) oído
-oscuridad-claridad (la oscuridad no permite ver, desdibuja el lugar, sus formas, colores, volúmenes, un anciano, por ejemplo, o un miope, pueden tener dificultades para percibir el espacio) vista
-El personaje, aún si no puede ver bien el lugar puede describirlo a través del tacto (húmedo, de barro, caliente-frío [la vendedora de fósforos que muere de frío]
Los objetos
El relleno de un espacio viene determinado por los objetos que cabe encontrar en él. Determinan el efecto espacial de la habitación por su forma, medida y colores. La configuración de los objetos, puede también tener una influencia en la percepción de ese espacio. En algunas historias se presentan los objetos en detalle. En otras historias cabe presentar el espacio en forma vaga e implícita.
Los ambientes y los objetos, así mismo, pueden caracterizar a los personajes por su clase social, edad, sexo, etc. "El alojamiento de una persona está conectado especialmente con su carácter, su forma de vida y sus posibilidades".

ESPACIO Y ACONTECIMIENTOS

Hay historias en las que espacio y acontecimiento están estrechamente vinculados: declaraciones de amor a la luz de la luna, apariciones fantasmales entre ruinas, alborotos en bares. Estas combinaciones prefijadas se las denomina topos.

TIEMPO Y ESPACIO
"La relación entre tiempo y espacio es de importancia para el ritmo. Cuando un espacio se presenta extensamente, es inevitable una interrupción de la secuencia temporal, a menos que la percepción del espacio sea gradual (en el tiempo) y pueda, por lo tanto, considerarse un acontecimiento.
Contexto temporal: Tiempo en el que ocurren los hechos narrados, si están narrados en presente o pasado, se enfocan en el tiempo actual o en algún otro período de la historia (novela de época o novela histórica). O en el caso de la ciencia ficción o el relato fantástico se ubican en un tiempo futuro o imaginario.


EL LUGAR: Se refiere a la posición geográfica en la que ocurren los acontecimientos (la ciudad de Caracas, San Fernando de Atabapo, el Delta del Orinoco). Mientras que el escenario es el lugar específico donde ocurren los acontecimientos: la habitación del personaje en el cual se centrará la crónica, el teatro, la puerta de la casa, la avenida Casanova de Caracas, el restaurante X.

Las referencias del lector: Si cierto acontecimiento se sitúa en Dublín, significará algo distinto que si ocurre en París, o en Machu Picchu. Hay lugares culturalmente emblemáticos. Todas las capitales, especialmente las grandes urbes, tienen rasgos comunes, pero si el lector vive en la ciudad o el escenario reseñado podrá interpretar ciertas claves o referencias que le son familiares. Mientras que la lectura de una crónica que transcurre en un lugar exótico despierta su imaginación o se espíritu de aventura. La periodista argentina Leila Guerriero para escribir su libro crónica Los suicidas del fin del mundo (Tusquets, 2005), viajó a un pequeño pueblo olvidado en la Patagonia, Las Heras, en el que se produjeron, en pocos años, una ola de suicidios, todos personas muy jóvenes. En ese caso el lugar es fundamental para entender la trama de la historia relatada, como en cualquier historia de horror, de pesadilla.

CONTEXTO SOCIAL O EL AMBIENTE: El entorno cultural -religioso, moral, social-, que condiciona el comportamiento de los personajes y que se expresa como una atmósfera o espacio espiritual que define, en último término, las característicos del acontecer.
De acuerdo a su contexto social o de ambiente podemos decir que un relato retrata la vida campesina, pequeñoburguesa, obrera, estudiantil.

A estas nociones de espacio, lugar y ambiente habría que agregar, tal como lo plantea Víctor Bravo en Figuraciones del poder y la ironía, que en nuestra representación de lo real intervienen tres ejes o esferas que colindan:
a) la objetividad
b) la subjetividad
c) Intersubjetividad
Existe el espacio observado, pero en su configuración verbal intervienen los tres ejes vinculados a la representación de lo real: a) la realidad objetiva, que perciben los sentidos; b) la subjetividad que influye en quien observa, las características del personaje vinculada al contexto y la situación en la que se encuentra (un lugar puede resultar extraño o amenazante para un niño, pero no para un adulto; o puede estar cargado de significación emotiva, según las circunstancias, etc) y c) La intersubjetividad: Hay lugares que tiene una connotación simbólica colectiva, como una Iglesia, un cementerio, un lugar de diversión o de reputación dudosa.

Leímos diversos textos en los cuales puede observarse las nociones de espacio, lugar y ambiente. El vínculo con el lugar es muy importante para la crónica, aún si se centra en un personaje, con frecuencia es su pertenencia a un lugar lo que lo define. Por ejemplo, es frecuente la contraposición entre personaje rural y urbano; lo rural se vincula a lo salvaje y desorganizado mientras lo citadino o urbano representa el mundo civilizado. Mientras la crónica de Indias se centró en el mundo natural del nuevo continente; la crónica costumbrista contrapuso lo rural y lo urbano; la crónica modernista y contemporánea se centran en la vida citadina. Pero, ¿qué define y diferencia el campo y la ciudad?:

-Uno de los factores que definen el salto de comunidad a ciudad es el crecimiento, en tres sentidos: a) El crecimiento demográfico (aumento de la población); b) El crecimiento económico (crecimiento en la producción de bienes); y c) El crecimiento espacial (extensión del espacio urbanizado). Las transformaciones sociales determinan nuevos roles y cambios en la ciudad física.
-La densidad de población en el ámbito urbano determina las formas de vida pública multitudinaria, lo masivo, que podemos vincular con el anonimato y la alienación, pero también con formas de identidad y memoria colectivas típicamente urbanas. La psicología de las masas, como expresara Freud, va más allá de la suma de sus partes individuales. La llamada industria cultural con sus ídolos y productos o los medios de comunicación masiva, sus imágenes o mensajes se configuran acorde a esa psicología de las masas. La ciudad contemporánea puede definirse como un centro de consumo.
-La pluralidad de ámbitos y culturas propias del vivir citadino y cosmopolita crea una gama rica de identidades sectorizadas pero también de alteridades, disidencias y enfrentamientos. En el ambiente rural, comunitario, es más frecuente la identidad, es decir, los modelos de comportamiento comunes. Mientras que las nociones de centro y periferia son más frecuentes en el ámbito urbano, donde algunos grupos se imponen sobre otros y dominan el ámbito público. Dentro de la diversidad urbana se hace indispensable la adopción de principios que regulen el comportamiento, el establecimiento por escrito de las leyes y las instituciones que hacen cumplir las leyes: la policía, los jueces y juzgados.
-Las formas de expresión urbanas son igualmente diversas y algunas son masivas: el espectáculo concebido para la multitud, las expresiones culturales efímeras, hechas para satisfacer el gusto, la moda del momento, el mitin político, entre otros.
-Los espacios simbólicos que identifican a la ciudad moderna son artificiales, mientras que los espacios simbólicos rurales están más vinculados a la naturaleza. Igualmente, se contraponen el vicio y la virtud, al diferenciar ambos espacios, la ciudad se vincula al vicio, la corrupción, la criminalidad, mientras el campo simbólicamente hablando es el lugar de la inocencia, la pureza. Lo exquisito y lo decadente también definen lo urbano y la desazón como característica espiritual.

Espacios y rasgos de identidad: En la ciudad hay espacios emblemáticos colectivos vinculados a la memoria y cultura de sus habitantes. Algunas décadas atrás la Ciudad Universitaria, las torres del Centro Simón Bolívar, la reurbanización de El Silencio, el hotel Humboldt en la cima del Ávila, el proyecto (inconcluso) de El Helicoide, fueron construcciones arquitectónicas emblemáticas vinculadas a la modernidad, al progreso. Como hoy, por ejemplo, en menor escala, la transformación de algunos espacios públicos en el municipio Chacao, reflejan cambios vinculados al ejercicio de la ciudadanía. Otros espacios públicos también han devenido en espacios simbólicos colectivos: la Av. Bolívar o la Plaza Brión como espacios colectivos de expresión política; la Plaza Altamira o los espacios aledaños a la Plaza Morelos, vinculados a la expresión cultural. Curiosamente un espacio natural es el lugar emblemático de los caraqueños de todos los ámbitos sociales y culturales: el Ávila, la cadena montañosa en cuyo valle se asienta Caracas.

La ciudad en la literatura venezolana: Desde el siglo XIX podemos mencionar textos literarios venezolanos vinculados al vivir citadino, la crónica costumbrista es básicamente urbana. A finales de ese siglo ya encontramos novelas como Todo un pueblo de Miguel Eduardo Pardo ó Ídolos rotos de Manuel Díaz Rodríguez que transcurren en la Caracas de la época, una ciudad aún rural. A comienzos del siglo XX, en obras como La Trepadora de Rómulo Gallegos o ifigenia de Teresa de la Parra podemos observar la descripción de la Caracas que ya presenta algunos rasgos de ciudad moderna. En Los alegres desahuciados de Mariño Palacios y en algunas de las novelas de Guillermo Meneses como Campeones, El falso cuaderno de Narciso Espejo, La misa de arlequín, ya podemos observar las características de una ciudad moderna. En la década del sesenta ya podemos señalar la consolidación del ambiente urbano en nuestra literatura con obras como País portátil de Adriano González León, Piedra de mar de Francisco Massiani, Historias de la calle Lincoln de Carlos Noguera, No es tiempo para rosas rojas-Antonieta Madrid, Los pequeños seres- Salvador Garmendia, Cuando quiero llorar no lloro-Miguel Otero Silva. Casi todas estas novelas, salvo Piedra de mar, tienen un elemento común: la violencia urbana. En épocas más recientes podemos destacar las novelas de ambiente urbano Después Caracas-José Balza y Latido de Caracas-Gisela Kosak.


Bibliografía:

Bal, Mieke. (1990). Teoría de la narrativa. (Una introducción a la narratología). Madrid: Cátedra.
Calsamiglia, Helena y Amparo Tusón. (2002). Las cosas del decir. Barcelona: Ariel.
Jara, René y Fernando Moreno. Anatomía de la novela.
Márquez Rodríguez, Alexis. (2006, 2da. reimpresión de la 2da. edición). La comunicación impresa. Teoría y práctica del lenguaje periodístico. Valencia/Caracas: Vadell Hermanos.